Amanecer caluroso y garboso,
mes de julio lleno de vida,
cinco días suspirando,
cinco noches silenciosas
seguidas de un nuevo día.
Las horas pasan gimiendo,
mil preguntas sin respuesta,
el día va oscureciendo,
rayos y truenos despiertan,
Dios está organizando,
pues hoy hay fiesta en el cielo.
Y la tormenta ha pasado
y el sol vuelve a brillar,
con ayuda de los ángeles
la fiesta hay que preparar,
porque el ángel que esperamos
es de una gran bondad.
Su corazón es grande,
de mucha ternura y generosidad,
siempre pensando en lo suyos
sin importarle ella misma,
luchadora como siempre
a la vida se aferraba.
De sus hijas la heroína,
para su esposo ejemplar,
aquí dejó su semilla
que bien hizo germinar
y todas la recordamos
como la más especial.
Fuiste querida en la tierra,
más de lo que imaginas,
tanto como en el cielo
donde hay tantos que te esperan
con el más profundo anhelo,
porque al caer la tarde,
en honor a este ángel.
HAY UNA FIESTA EN EL CIELO.
Antoñi Hernández Moreno