Día 12 del Julio de 2010
José como estarás, me imagino que te encontrarás feliz al lado de nuestros padres y de todos nuestros familiares que tanto amabas, eran tan queridos para ti.
Sobre todo, estarás con Dios al ser tan creyente, con seguridad, Dios querrá que disfrutes de esa gloria divina por que aquí en el mundo de los vivos te la has ganado y eres merecedor de gozar un descanso eterno. Desde hay pídele a Dios y nuestros padres que todos tus hermanos y sobrinos ruega por los enfermos, los necesitados, que haya paz en el mundo y todos tengamos comprensión hacia nuestro prójimo.
José hermano de mi alma, a ti a nuestros padres y abuelos. Pero a pesar de este vacío que siento tan dentro de mí, tengo la gran satisfacción de que te he querido muchísimo, como si hubieras sido mi hijo. El cariño era reciproco, ya desde pequeño te cuidaba con mucho amor y nos sentíamos tan compenetrados y unidos que te hecho mucho de menos.
Pero por otro lado tengo la convención de que estás en el lugar que tu querías, tantas veces me habías comentado que el estar junto a nuestra madre seria lo mejor que te pudiera suceder.
José jamás te olvidaré, y siempre permanecerás en mi corazón. Esa noche tan triste, Dios te acogió para que no sufrieras más, permitiendo que yo estuviera junto a ti a solas. Hasta el último minuto, esa satisfacción permanecerá siempre en mi, por que tu para mi eres el mejor hermano que se puede tener, y desde el cielo velas por todos nosotros, teniendo ese eterno descanso que tu te mereces. Todas tus hermanas tenemos la seguridad que sonde estás eres feliz, siempre permanecerás en nuestros corazones.
Esta que siempre te recordará con un cariño que tras pasa más allá de lo físico, tu hermana.
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