Virgen del Rosario, madre santa,
Aquí tienes a tus hijos,
Que en tus ojos tienen fijos
La mirada de tu amor.
Ellos quieren que tú enciendas
Con tu amor su pobre pecho
Pues solo así satisfecho
Será su eterno anhelar.
Ellos quieren madre amante,
Que tu hermosa medalla
Que sobre su pecho se haya,
Le acompañe hasta el morir.
Y que tu divino nombre
Que hechiza al ángel y al hombre
Sea su postrel renombre,
De que ellos hayan de decir:
Rosario ¡que nombre tan dulce!
Rosario ¡que nombre tan tierno!
Un infinito eterno
Es tu nombre virgen fiel
Es la música más suave
Es el cantar más sonoro
Es más precioso que el coro
Y más dulce que la miel.
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