Un año más a mi pueblo
Vengo como cada año
Cuando celebra la fiesta
De la Virgen del Rosario.
Por ser la madre vendita
Por ser la madre del cielo
Por ser la madre de Dios
Que cuida nuestros anhelos.
Todos bien engalanados
Vamos a la procesión
Con esa fe tan profunda
Y con esa convicción
De sentirnos afortunados
Al sabernos hijos de Dios.
Primero van los hermanos
Entre ellos el mayor
Por supuesto, las hermanas
Que realzan el primor.
También van los infantiles
Con la gracia y el albor
Que es propia de esas edades
En que todo es esplendor.
Después ya pasa la imagen
Que se lleva en procesión
Y acompaña el sacerdote
Y la autoridad mayor.
Detrás viene todo el pueblo
O en la cera se esperó
Para ver el espectáculo
Que muestra su fe mejor.
Todos rezando a la virgen
Y dando gracias al cielo
Por todo bien recibido
Y alivio de los enfermos
Presentar nuevos pedidos
Y a esperar que sean hechos.
Pues Dios en su gran bondad
Y la virgen de abogada
No dejará de escuchar
La gracia solicitada.
Y aunque a veces no parezca
La petición atendida
Será por causa mayor
Por nosotros no entendida.
Pues Dios también nos aplica
Su sapiente medicina
Que va al corazón mismo
De la enfermedad maligna.
Que atenaza nuestra alma
Y que la sume en desdicha
Para el presente o el futuro
O quizá para otra vida
Pues no sabemos rodando
Hasta cuanto hemos hecho de ricia.
Y ya nos dijo Jesús
Mirar muy bien lo que hacéis
Porque habréis de recoger
Todo aquello que sembréis.
Por eso nadie se extrañe
De curación aplazada
Pues tenemos nuestras pruebas
Que fueron adjudicadas
Seguro que para bien
Y la elevación del alma.
Y el día que aprendamos
Por qué razón y que causas
Seguro que encontraremos
Que éstas son justificadas.
Seguro pues curaremos
A lo largo de la vida
Que será tan prolongada
Como nuestra alma necesita
Para limpiar las impurezas
Que la ensucian y la asfixian.
Con nuestras imperfecciones
Y nuestros vicios en ristra
Y nuestra falta de amor
Que al prójimo no prodiga.
Y para el que a veces procuramos
Que vaya tomando quina
Creyendo que no nos ven
El plumero y la malicia.
Aunque tal, no sea cristiano
Ni sea de buena hermandad
Caemos sin darnos cuenta
En falta de caridad.
Y en la multitud de errores
Pues es natural la falta
En la cual caemos todos,
Es propio de nuestra infancia
Y es como ley que se cumple
En quien sabe poco y falla.
Y esto vengo a decir
Sin ser maestro de nada
Pues el maestro es Jesús
Con su conducta ejemplada
El cual dio su testimonio
Y su enseñanza elevada
Aunque alguno la deforme
Y no aproveche de nada.
O no encuentre la razón
Que está tan evidenciada
De caminar por la senda
Que él nos dejó marcada.
Para alcanzar la salvación
De nuestra vida del alma.
Pues tenemos que aprovechar
En esta clase asignada
En que pasamos la vida
En la escuela regalada.
Por el Dios de la creación
Para nosotros creada
Para nuestra evolución
Y la de todas las almas.
Que tienen que superarse
Aprender y ser más sabias
Pues si son recien creadas
Se encuentran sin saber nada.
Y han de experimentar
En planetas y galaxias
Yendo de escuela en escuela
Según sea de aprovechada.
Y según por eso quede
Nuestra alma graduada
Siendo el planeta tierra
Una escuela de primaria.
En el que habitan más seres
Propios de un jardín de infancia,
La conciencia adormecida
Y la virtud no está alcanzada.
La sabiduría incipiente
Más vale algo que nada
Y así con ese balaje
Y luces tan limitadas.
Vamos pasando las vidas
Haciendo mucho la pascua
A algunos que nos rodean
Y hasta a nuestra propia alma.
Pues sembrando esas semillas
Que habrán de ser cosechadas
Creamos cuentas pendientes
Que después serán pagadas.
Que a la justicia divina
No se le ha escapado nada
Pues tiene los pensamientos
Y las intenciones anotadas.
Naturalmente los hechos
Con su gravedad plasmada
Para tenerlas en cuenta
Por si alevosía encontrara
El tribunal de las almas.
Pues es la única justicia
Que de verdad nos alcanza.
Porque allí no hay influencias
Ni dinero ni zarangas
Ni tampoco el disimulo
Ni los falsos testimonios.
Ni las conciencias compradas.
Ni existen los trapicheos
Que por dinero se traman
En nuestro mundo infeliz
Que hay mucha justicia “errada”
Y a veces es la mentira
La que sale triunfada
Y después clama la gente
Que no hay justicia ni nada.
Sin saber que la justicia verdad
Puede quedar aplazada
Y de manos del juez supremo
Es de quien será aplicada.
Y según que sea el mal hecho
Así será de esa alma
Pues la justicia de Dios
Nunca podrá ser burlada.
Y si alguien aquí encontrara
Razones no argumentadas
Quizá sea que desconoce
Verdades muy elevadas.
Miremos pues nuestra alma
¿Qué hay en su interior?
Y si aun no la hemos descubierto
Miremos más y mejor.
Y no cofundamos por fe
Lo que solo es tradición
La fuerza de las costumbres
Estén mejor o peor
No importa sobre que bases
O buena cimentación.
Entonces podría ocurrir
Que quizá en un futuro
El que tiene fe la deje
Por no creerse seguro.
Porque su fe está basada
En que algo hay que creer
Pues no gusta ir por la vida
Sin tierra bajo los pies.
Hagamos las reflexiones
Que puedan tener lugar
Y no pasemos la vida
Sin tan siquiera indagar
Si una razón poderosa
Nuestra fe puede apoyar.
Hagamos pues serio estudio
Y profunda reflexión
Que no sea broma afirmar
El que creemos en Dios.
Y con nuestra vida demos
Testimonio responsable
De hacer el bien que podamos
Y de no hacer mal a nadie.
Tened en cuenta lo dicho
Pues hay muy buenas razones
Para poner en este escrito
Tamañas afirmaciones.
Por eso he caído en la cuenta
Que no coja en gran descuido
A la gente de este pueblo
Se de algunos no es sabido
Alguna cosa que cuento
Y que pongo en este escrito.
Por si hace bien a alguien
Y no esté desprevenido
Que no se tome de broma
Lo que aquí de serio digo.
Aunque parezca muy llano
Porque conviene al escrito
Contiene muchas verdades
Que se exponen de principio
Sin ánimo de cansar
O ser pesado en lo dicho.
Porque la fe en este pueblo
Tenga un sentido consciente
Y que no solo crea
Porque cree mucha gente.
Y que el santo nonos tome
Como gente poco seria
Que viene la procesión
Sólo por darse la juerga.
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