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miércoles, 6 de mayo de 2015

A la Virgen Del Rosario, Jose Miguel García Palacios.

Virgen del Rosario,
Patrona de mi tierra,
a Ti dedico este canto
que es más bien un poema.
Tú eres mi señora,
Virgen del Rosario,
todo el pueblo te adora
y te festeja cada año.
Tú eres la más hermosa
de toda la tierra;
ni la mujer más preciosa
te supera en belleza.
Virgen del Rosario,
Señora de olivares,
eres la Patrona de mi pueblo, Los Villares.
El día 7 de octubre es
«el día del Rosario»,
el día de nuestra Virgen, y
hay que celebrarlo!
Yo llevo ya esta fiesta aquí,
en el corazón, y a la Virgen del Rosario

con su hermoso mantón.

martes, 5 de mayo de 2015

A los Villares, Jose Miguel García Palacicos.

Entre las cimbras, Cerroviento
la Pandera y Jabalcuz,
hay en el centro de un valle
un pueblecito andaluz
de nombre «Los Villares»
Con sus campos plateados
todos llenos de olivos
cuando llegan,
los meses de invierno,
es cuando el campo está vivo,
lleno de aceituneros.
¡Y ese agua de Río Frío
que surge de un manantial
a los pies de La Pandera,
llamado el «Ojo del Moral»,
que es del mundo la más fresca!
Y sus Fiesta y Verbena,
todas llenas de alegría,
con esta gente tan buena,
lo mejor de Andalucía,
que está aquí, en nuestra tierra!
Este pueblo es muy pequeño,
pero grande en corazón;
lo mejor, todos sabemos
que está en el interior
y es de todo lo más bello;
me refiero al amor que nosotros le tenemos.

lunes, 4 de mayo de 2015

A los abuelos de mi pueblo, Jose Miguel García Palacios.


«Quien no ha escuchado alguna vez a su abuelo, o a su abuela, mientras contaba alguna historia de esas que comienzan «Cuando yo era joven...» Pues esas historias, de las cuales ellos son protagonistas, son las que hacen nuestra historia, la historia de este pueblo, y las de sus antepasados. Por ello, se merecen un poco de atención, y yo les dedico mi pequeño homenaje».

Dicen que cada uno
es profeta de su tierra.
Yo no voy a ser menos,
por eso escribo este poema.
¡Qué os podría contar yo!
de éste, de siempre, mi pueblo,
que no sean sus calles tranquilas,
su plaza, llena de abuelos.
Sí, llena de abuelos, os digo,
siempre, a media mañana,
pués ya, que están jubilados,
¿Qué harían ellos en casa?
Son ellos quienes saben del pueblo,
sus fiestas, sus viejas historias,
cuando la gente vivía en cortijos...
cuando la Guerra Civil Española...
Ellos lo llevan vivido,
sufrieron sus consecuencias,
aquellos difíciles años
que tanto olvidarlos les cuesta.
Pero aún todavía se acuerdan
también de buenos momentos,
las fiestas de las cortijadas,
Y también las de aquí, las del pueblo.
Cuentan que hacían muchos bailes,
en los cortijos, junto al fuego,
y los jóvenes a las muchachas
rondaban, bailando y riendo.
Recuerdan también el trabajo,
el duro trabajo del campo,
empezaban el día de noche,
y a la noche les llegaba el descanso.
Todos estos recuerdos,
son los de nuestros abuelos,
unas veces son tristes,
otras veces, muy buenos,
pero a ellos no se les olvida,
siempre tendrá en el recuerdo
a la tierra de su vida:
Son Profetas de su pueblo.