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martes, 5 de mayo de 2015

Al pueblo de Los Villares, Ricardo Aranda.

Es un pueblo acogedor
Los Villares de Jaén,
donde te encuentras a gusto,
buen beber y buen comer.
El agua que aquí se bebe
es un jarabe exquisito,
mejorando la salud
y te abre el apetito.
Los sinsales, la morcilla,
los higos y el choto frito,
alimentos naturales,
incluyendo los chorizos.
Son Los Villares en sí
una fuente de salud
de bienestar ponderante
de alegría y gratitud.
Pueblo serrano y activo
que trabaja con esmero,
y conserva tradiciones
de su rango más añejo.
Se contempla en este pueblo
un hecho muy singular,
que no se ven los tractores,
usan mulas para arar.
Amaneceres insólitos
viendo cómo sale el sol
por la cueva «El Contaero»
se asoma como un león.
Olivos, higueras, tomillo, romero,
el burro en la cerca,
la cabra en el monte,
el trillo en la era.
Qué pueblo tan bello,
que vida tan sana,
te pasan los días
felices y en calma.
Y cuando llegan las fiestas,
son unas fiestas de rango,
todo el pueblo se engalana
en su fiesta del Rosario.
Tiene tantas cosas buenas
este pueblo tan serrano,
que una vez que lo conoces
te da pena de dejarlo.

El olivo, Ricardo Aranda.

No sé qué tiene el olivo
que se palpa y que se vé,
es el que viste los campos
de verde oliva su piel.
Es el Olivo en Jaén
sustento de la provincia,
es orgullo nacional
de su aceite que es la esencia.
Y el sustento que nos da
con el aceite de oliva,
es alimento esencial
que nos da salud y vida.
Cuando miras los olivos
que erguidos en la montaña,
y se alzan altaneros
entre peñas encarpadas.
Con sus troncos retorcidos
por vida su centenaria,
dándonos su testimonio
dentro de la vida agraria.
La trama ya asoma
comenta el agricultor,
este año la cosecha
nos dará un buen alegrón.
Olivareros que viven
cuidando por su salud,
para que les de su fruto
con agrado y plenitud.
Cuando llega el mes de mayo
la trama o el azahar,
nos anuncia la cosecha
que aquel año nos dará.
Cuando llega el mes de mayo
se oye en el olivar,
cantar los cucos y alondras
de manera singular.
El olivo es legendario
según dice la leyenda,
el huerto de los olivos
la oración de la tragedia.
Las montañas que se adornan
con esas filas de olivos,
que en línea y en formación
nos parecen seres vivos.
Es el fruto del olivo l
a aceituna reluciente,
de donde sale el producto
que le llamamos aceite.
Ensalzo aquí el olivo
por ser el niño mimado,
el orgullo de Jaén
del que estoy enamorado.
Y para finalizar mi elogio
a los olivares,
tengo aquí que resaltar
el pueblo de Los Villares.

Fiestas de mi pueblo, Ricardo Aranda.

Un año más en el pueblo
son las fiestas del Rosario
unas fiestas que se viven
con alegría y entusiasmo.
Son las fiestas de mi pueblo
hay que animarse y decir
que cuando llegan las fiestas
tienes que darte un festín.
Buenos días Sr. Pedro,
buenos días, ¿dónde vas?
voy a casa con mi esposa
son las fiestas del lugar.
Buenas tardes Sr. Pedro,
buenas tardes, ¿dónde vas?
voy al bar con los amigos
me esperan para ligar.
Donde todo es alegría
todo el pueblo participa
en bullicios callejeros
sin rencor y sin malicia.
Ya está todo preparado
aquí no falta de nada
desde la rifa hasta el baile
y en los bares la alcaparra.
Las mozas que se engalanan
para poder agradar
al mozo que las corteja
hasta llevarlo al altar.
Los chiquillos se divierten
los adultos mucho más,
los padres que con sus niños
en la bruja subirán.
Todo es en estos días
alegría bullanguera
deseando que llegara
una fiesta que se espera.
Son fiestas tradicionales
se esperan con ansiedad
para darse rienda suelta
sin tener que trabajar.
Son las fiestas de mi pueblo
las mejores del lugar
y no es porque yo lo diga,
que lo pueden comprobar.
Por muchas vueltas que des
si te quieres divertir
date una vuelta a este pueblo
tendrás ganas de vivir.
Venid todos a mi pueblo
veréis que todo es verdad
encontraréis diversiones
y una gran cordialidad.
Las fiestas Los Villares
no son como las demás,
estas fiestas son alegres,
son alegres y nada más.
No estoy presente este año
pero estoy de corazón,
un saludo para el pueblo
que disfruten con amor.

lunes, 4 de mayo de 2015

Los Villares, remanso de paz, Ricardo Aranda Mohedano

Meditando en un rincón
de éste pueblo campesino
llegué hasta la conclusión
que el estar aquí es divino.
Su gente es encantadora
te tratan con mucho agrado
todos parecen familia
de un trato tan esmerado.
Su fé lo mantiene vivo
de un cristianismo muy sano
basado en su fé cristiana
que los une como hermanos.
Es un pueblo laborioso
por su labor artesana
sobre todo la vareta
por su renombrada fama.
Es un remanso de paz
y te encuentras tan agusto
con el agua que es jarabe
para la salud, lo justo.
Es un pueblo que camina
entre agrícola y artesano
conservando tradiciones
que vienen de su pasado.
Rodeado de montañas
y sembrado de olivares
este pueblo es un vergel
desde tiempos ascentrales.
Para poder valorar
lo que encierran Los Villares
hay que vivir en su seno
la magia de sus achares.
Este pueblo está a la sombra
de dos enormes montañas,
Jabalcuz y la Pandera
que le sirven de compaña.
Cuando aquí llegan las Fiestas
esas fiestas del Rosario,
todo el Pueblo participa
con alegría y agrado.
Son las fiestas de éste pueblo
unas fiestas singulares
donde se olvidan las penas
y se destierran los males.
Y por eso en estas fiestas
tan bonitas y entrañables
le doy un ¡Olé! a este pueblo
que le llaman Los Villares.

miércoles, 15 de abril de 2015

Canto a Los Villares, Ricardo Aranda Mohedano.

Yo que no he nacido aquí,
Mi esposa sí que ha nacido
Pero lo quiero lo mismo
Y con el mismo cariño.

En este pueblo cultiva,
Con la bareta en la mano,
Un oficio legendario
Muy humilde y artesano.

Lo mismo te hacen un cesto
Que una cuna para un niño,
Un canasto para el pan
Pero con todo cariño.

Tiene una peculiaridad,
Que no tienen los demás,
Este pueblo se destaca
Por su laboriosidad.

Se conserva en este pueblo,
Una estampa singular
Que en el campo no hay tractores,
Y ves las mulas labrar.

Riofrío ¡Qué delicia!
Ver el agua de brotar,
De las entrañas del monte,
Día y noche sin parar.

La cueva del Contadero
Donde un día subí
Y quedé maravillado
Del panorama que vi.

Los olivos alineados
Como guerreros romanos,
Las grajas revolotean
Entre peñas escarpadas
Diciéndote que te marches
Que allí tú  no pintas nada.

Por todos estos motivos,
Que he podido conocer,
Doy  un ¡viva! A Los Villares,

Los villares de Jaén.

Los Villares Jaen, Ricardo Aranda Mohedano.

Cuatro puntos cardinales
Tiene este pueblo serrano
La pandera, Jabalcuz,
Puerto Viejo y Quiebrajano.

Entre montañas metido
Lo domina el olivar,
Es una gloria este pueblo
Por ser algo peculiar.

Entre Jaén capital
Y este pueblo tan chiquito
En coche son diez minutos,
Y andando, lo que un suspiro.

El puente del nogueral
Que lo une con los llanos,
Es parada obligatoria
Del coche de Montijano.

El agua de este pueblo alarga la vida
Nacida de un manantial
Al que le llaman Río  Frío
¡Es el Ojo del Moral!

Cuando llega Abril y Mayo
En este pueblo se cría
El espárrago triguero,
Que al cogerlo da alegría.

Es su virgen del Rosario
La patrona de este pueblo
Venerada con cariño
Por todos los lugareños.

Con las fiestas del Rosario
Todo el pueblo está gozoso
Todo el pueblo participa,
El alma llena de gozo.

El que a este pueblo se asoma
Se contagia de su fe,
De su gente encantadora
Por su manera de ser.

Les hablo de Los Villares
Este pueblo tan precioso
Residencia de placeres
Vivir aquí, ¡todo un gozo!