viernes, 10 de abril de 2015

Muerte traicionera a una rosa, María Moreno Sanchez.

A una flor que de rubia era blanca
Vivía alegre en la vida, con sueños y esperanzas
Llegó tristeza traicionera,
Tristeza tan amarga.

Convirtió sus sueños en tristeza
Sus esperanzas en lagrimas
Enfermedad traicionera, que la vida le arrancas
Despacio y sin prisa le consume cuerpo y alma.

Rosa primorosa con aquella cara blanca
Blanca como la luna sin sueños y con esperanza
Esperanza en la vida, que no quiere darle nada
Con tantas ganas le pide, y el cielo sigue sin escucharla.

Pobre rosa marchita, se esta quedando sin nada
Sin tallo, sin sus dos capullos queridos
Solo tiene espinas que en el alma se le clavan.

Pobre Rosa querida que de muerte va tocada
En paredes blancas de hospital,
Su sangre y su vida se derraman.

Maldita muerte oscura, ¿por qué no te apartas?
Se lleva a la dulce rosa, sin consuelo y sin alma.

Llegó la muerte oscura de hielo y de escarcha
Marchitó la blanca rosa y dejó hijas y amigas
Que consuelo no hayan.

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