jueves, 9 de abril de 2015

El anciano y el niño, Ricardo Aranda

Un día pude presenciar
Un niño que conversaba
Con un anciano hablador
Y el niño,
Al anciano preguntaba.

¡Dígame mi buen señor!
Qué me podría aconsejar,
Dígame que puede hacer
Para que pueda triunfar.

El anciano reaccionó,
Y al niño le dijo así,
Escúchame atentamente
Que te lo voy a decir.

Procura que en ti no anide
Ni el rencor ni la maldad,
Aunque te sobren motivos
Usa siempre la bondad.

Si te brinda preocupación
La rechazas al momento,
Es muy mala posición
Y te corroe por dentro.

Te encontraras en tu vida
Con muchas dificultades,
Nunca tires la toalla
Sigue luchando, no falles.

Nunca permitas a nadie
Que se entrometa en tu vida,
Porque te juegas tu suerte
Te ganarán la partida.

Y el niño le dijo al anciano
Muchas gracias por guiarme
Tomaré nota de ello,
Procuraré comportarme.

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