Once de Marzo
El día tímidamente amanecía
El padre y la madre se despedían
El hijo y la hija sonreían
Las esposas con un beso de hasta luego
Se despedían sin saber que la maldad
De animales tan crueles y malvados
Les sangrarían las vidas.
En un tren de muerte y sangre
Dejaron las ilusiones de sus vidas
Aquellas mochilas de muerte
Que en toda España rujían
Derramando la sangre de todos.
Malditos ¡malditos los que quitan la vida!
Que llenasteis España de dolor y luto
De muerte y dolor enfierecida
Que por mucho que llora Madrid y España
No podemos devolver sus vidas.
De sangre dolor y muerte
Permanecen en el recuerdo esas vías
Ese tren de la muerte se llevó aquel día
Tantas ilusiones y tantas alegrías
Dejó desolación y muerte
Para toda la vida.
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