Esta mañana en el campo
Un pajarillo encontré,
Recién salido del nido,
Con cariño acaricié.
Estuve un rato observando
Al inocente animal,
Que debido a su inocencia
No sabía ni volar.
Le eché miguitas de pan,
Y en el suelo le dejé,
Por si venían sus padres
Para darle de comer.
Y aturdido, sin defensas,
No quería ni caminar
Ni hacia por comer
Aquellas migas de pan.
Lo retuve entre mis manos
Me produjo tanta ternura,
Ver aquel animalillo
Víctima de la natura.
Y me acordé de esos niños
Que se ven abandonados,
Sin la protección de sus padres,
Que en la calle son tirados.
Le dije con tierna voz
¡Tú sabes mi jilguerillo!
Que te has de buscar la vida
Como todo animalillo.
Le brindé mi protección,
Pero se vio rechazada
Porque se escapó de mis manos
Y se metió entre unas zarzas.
No sé si sobrevivió,
Pues tuve que desistir,
Y abandonarlo a su suerte
Por si lograra vivir.
Tierna historia presenciada,
Producto de la madre naturaleza,
Que nos brinda como ejemplo
Donde termina y empieza.
Pobre pajarillo aquel,
Que se perdió una mañana,
Sabe dios donde andará
¡Si sobrevivió a la Azaña!
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