Corazón duerme,
descánsate vida mía,
si la vida va a seguir.
El corazón no escuchaba...no puede.
Como loco galopó,
y mi puerta se lleva
y mi alma soportaba,
pero no lo comprendía.
Mira lo que yo le decía:
que locura vida mía.
Nada no escucha... no puede.
Tomó su espada y se fué,
y yo que le vi partir
sin poderlo detener, le seguí.
En su guerra combatí
en su batalla luché,
y cuando llegó su fin
Y derrotandole ví,
Mi alma lo cobija
Con mi cuerpo lo fundí
Y mi risa le decía:
No has perdido vida mía
¿Para qué quieres laureles?
Tú has ganado, tú has ganado.
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