¡Ella fue!
La que tuvo que partir.
A su cometa sube
cuando de ella despega
a otro mundo la eleva.
No va triste,
no ha dejado nada,
en su mente lo lleva,
lo demás lo regala.
Ni pregunta, ni escucha
¿para qué?
Sin pensarlo
a su cometa sube.
El aire la remonta,
su corazón respira,
libre se siente
rehace su vida.
Su risa se oye
contenta va,
con su cometa partió
y solamente por eso
un giro el viento le dio.
No hay pañuelo
ni despedida, ni un adiós.
Se eleva, sola no va,
su risa la acompaña contenta va,
y solamente por eso
un giro al viento le da.
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