martes, 5 de mayo de 2015

Yo quiero a mi pueblo, Graciano Cabrera Gómez.

Sí, yo quiero a mi pueblo
porque mi pueblo es digno de alabar,
data de siglos pasados
como ahora lo voy a contar:
En el siglo XVI mediante carta puebla en Toledo,
Doña Juana de Castilla, mandó construir este pueblo.
En tiempo pasado se llamaba Isturge,
ciudad populosa que hicieron los romanos
cuando invadieron España los Bárbaros del Norte.
En aquel tiempo no había más que cortijos y villas,
y le pusieron Los Villares, bastante bien está.
La jurisdicción de Jaén cuidaba este pueblo en agregada en los años 1540 y 1600.
En aquel tiempo sólo había monte nada más,
los olivares que tiene nuestro campo,
nuestros abuelos los criaron.
En este pueblo me he criado yo,
tengo una familia bastante formal,
diez nos juntamos, con ocho hijos criados que están,
haremos el bien que podamos,
con la ayuda que hemos de prestar;
esta familia que he criado, que todos dispuestos están.
Con los olivares criados aquí reina la paz y la alegría,
cuando la recolección de la aceituna viene, todo son sonrisas.
Todos en este pueblo vamos a la aceituna,
y las muchachas de este pueblo recogen mucha y apenas se dan cuenta.
También figura Ríofrío, con un manantial de agua fresca que tiene
y suministra a Jaén;
todas las casas tienen agua hasta para las piscinas,
y en la puerta del Bar Neceto hay una fuente que tiene
unos caños que cae agua a toda prisa.
Llegó el forastero amigo de los de este pueblo,
y para celebrar la entrevista se dice: vamos a tomar un convite a Casa de Neceto,
y contesta nuestro amigo: tomad vosotros lo que queráis,
porque yo no me retiro de esta fuente de esta agua tan fresca,
y me han dado unos apetitos que esto es una vergüenza.
Acuden de muchos pueblos, principalmente de Jaén,
con muchos chalets que han hecho nuevos.
¡Tanto se está engrandando este pueblo...!
Deseamos la gloria a nuestros abuelos,
y damos gracias al Sr. Alcalde y a las autoridades, dirigídoras de lo nuevo.

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