miércoles, 6 de mayo de 2015

Poesia, Antonio Mena Campos

Los globos y los fantoches
eran soltados al cielo
que los chavales perseguían
hasta las afueras del pueblo.
Por solo una perra gorda
mareado terminabas, en barcas,
voladoras, caballitos y subibajas.
Joaquinillo el barquillero
con su cesta de barquillos
pregonando a voz en grito
«Por ser hechos de canela los míos son los más ricos».
El manquillo y su ruleta que voceaba
y repetía; jueguen
y prueben su suerte
sin miedo ni cobardía
ya que el dinero del juego
lo paga la tía María.
Había otra ruleta más
por el bicho manejada
que nos poníamos «pipaos»
de pelaera castaña.
Se hacían enormes bailes
hasta ya de madrugada
donde las mozas solían ir
de sus mamás acompañadas.
En el solar del ejido
buena feria de ganado
donde comprar o vender
una mula, una vaca,
una oveja, cabra o asno.
Y ya como despedida
este carroza os desea,
tanto al que sea del lugar
como al que de fuera venga,
que lo paséis a lo grande
pues para eso es la Fiesta,
pero no lo hagáis bebiendo
si tenéis que conducir «Guisao»
de coche y alcohol
es malo de digerir
y estas indigestiones
casi siempre acaban mal
unas en el cementerio
y otras en el hospital.
Yo con la ayuda de Dios
si vivo para contarlo
me tendréis que aguantar
leyendo mis historietas
aquí el próximo año.

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