En los tiempos ya pasados, bajando yo, con un mulo y un Rocinante capón vi allí una señorita, que estaba regando una flor, dentro de una ventanita sobre aquello que yo traía y con la calor que hacía me subí en el Rocinante y pensé, que aquello que yo había visto, es lo que a mí me atraía. A los dos días yo buscaba aquello que me faltaba, pasó una semana escasa y yo ya tenía que entrar para pedir la mano, y aquello formalizar. «- Buenas noches Dolorcicas, - Buenas noches nos dé Dios. ¿Qué es lo que quieres comprar?» y yo mirando a lo que iba buscando le dije que de comprar na, que iba a pedir la entrada de su hija y nada más, y a ver si ella aceptaba un noviazgo, en realidad. La mujer no lo esperaba, no sabía que contestar, y me dijo lo siguiente: «- como los dos sois mayores, yo en eso ¿qué voy a hablar? porque cuando tú has venido, mi hija ya lo sabrá, y ella decidirá» Cogió mi Carmen una silla y me la puso en la mano, y en un claro que allí había, allí fuimos bien sentados. Hablamos de todo lo nuestro, y cuando llegó la hora me levanté de la silla y con mucha diplomacia, yo buenas noches decía. Pero ahora viene lo gordo. Como ya éramos mayores, y nos queríamos casar, hablamos aquella noche, de aquello y nada más. Pues la novia así me dijo «- díselo a mi madre ahora mismo, a ver si la pillamos de dar». «- Mire usted Dolorcicas, si a usted le parece bien, yo me quisiera casar.» La mujer a mí me miró y de esta manera me habló. «¿Y a ti no te da igual esperar un año más?» yo enseguida le dije «-con el tiempo que tenemos lo único que pudiera pasar, que los niños que traigamos, los tenga que hacer Teófilo con el barro de tejar». La mujer se sonrió, y yo dije para mí «- esto parece que no ha caído mal», «pues como ya sois mayores, mi hija decidirá», la novia me miró a mi y con mucha picardía, estas palabras decía. «Pues para el 15 de Mayo yo tengo todas mis cuentas, para que la noche de bodas no halla ningún desperfecto y todo salga correcto. Y aquí termina la historia de esta mujer que fue valiente para traer un descendiente.
Indalecio Higueras Higueras (71 años) 2.° Ciclo Centro de Adultos de los Villares
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